jueves, octubre 06, 2005

Retiro e incandescente apago

Instrucciones de lectura

En general en un estado de animo relajado y muy perceptivo, sentir lo que se dice más que reflexionar sobre ello, en otra lectura ya se podrá comprender su significado.

Se sigue un juego de colores en el que el azul es una lectura lenta y a golpes como el paso de un buey, sobrio y con aplomo que da la seguridad de lo que se dice; el naranja es de una lectura más ágil, como cuando alguien se quita algo pesado de encima.
----------------------------------------------------------------------------------
Jadeos, respiración entrecortada por el esfuerzo, pies doloridos y un intenso frío. Dolor seguido de incertidumbre. Me preguntaba cómo podía haber llegado a la situación en que me encontraba mientras el barro abrazaba mi torso desnudo y alguna piedra horadaba levemente mi pierna izquierda.

Tras ese momento de ofuscación lo vi todo claro, debía abandonar todo lo que había sido, todo lo que había vivido y sentido y renunciar igualmente a aquella civilización que me hacia sentir tan sucio y que tan poco me había valorado.



De nuevo jadeos. Neumáticas lanzas que desgarran hueso y carne, que me hacen sentir más de lo que desearía, más de lo que puedo soportar.

NO. Sí puedo, estoy convencido, ningún dolor va a hacer que no consiga mi objetivo.
Rocas, rocas que quieren meterse en mi alma. Rocas que buscan el camino equivocado para hacerlo.

Roca solemne,
punzante sabor
para tal apaciguadora
de rojo Do.


El dolor me hace seguir con mayor convencimiento. Me encuentro sonriendo.
Dolor, dolor que reconforta, dolor de vida. Frío hiriente de apacible calidez.


Grava, barro arcilloso que impermeabiliza la existencia, tronco, rama, agua....

Sucesión y sucesión de acontecimientos nimios que se tornan de crucial importancia.
Sentimiento intenso, lucidez atomizada y esparcida de un modo casi divino.

Sudor cayendo por la piel sin impedimentos, frío vendaval en la fez, olor a musgo, terrones amansados por la lluvia.


Silencio


Respiración y bombeo.
El alma se intenta escapar a cada exhalación, pero arraiga aun mas con cada revolución.

Al fin calma, conseguí lo que tanto tiempo anhelé.


Lecho perenne arraigando musgos
sobre fluente curvatura.
Espinas gaseosas esculpiendo
mi cálida eterna morada.
Vinculante abrazo que unifica
calidez a mi gélida alma
frescura a tu helada llama.


Ya soy tú, somos todo. Me siento arroyo que menoscaba soberbia montaña.
Igualmente me siento montaña, corazón caliente de eterna quietud.

Somos uno, somos todo; ya nada importa porque todo es importante.


8-II-04
Gracias a "El Recreo" sin ustedes esto no hubiera sido mas que una idea en el limbo